Hace un tiempo un excelente músico y reconocido Dj de la escena local Israel Vich me pasó un documental llamado “RIP: A Remix manifesto”, donde se presentaba un personaje de lo más interesante llamado Girl Talk. ¿Su chamba? Mash-ups. Si citamos a Wikipedia “Un Mash-up es una canción creada a partir de trozos de dos o más canciones, normalmente por superposición de una pista vocal con la pista musical de otra”. Aunque la realidad es mucho más compleja que la que nos muestra el sencillo argumento de esta popular página, Girl Talk puede utilizar segundos y hasta mili segundos de decenas de canciones y reorganizarlas de tal forma que nos presenta una nueva canción.
Este documental nos recuerda como a inicios de la década pasada, gracias al Internet y a la llegada del fenómeno Napster, las computadoras de 50 millones de personas se convirtieron en la librería musical más grande de la historia, lo cual como era de suponer molestó a las grandes disqueras, quienes empezaron a perder el control totalitario de la venta de discos, negocio que para ese entonces era ya visto por estos gangsters con corbata como una manera de lucrar a costa del artista. Comprar un disco era un lujo y los porcentajes de ganancia de los verdaderos dueños de la música (los músicos) eran miserables. Los mortales encontramos el medio ideal para compartir información, la librería musical permitió el ingreso de películas, libros, textos, videos graciosos y otros no tanto, dando la posibilidad a mucha gente de disfrutar de artistas a los que jamás habría llegado de otra forma. Pero también dio la posibilidad a la gente de recrear, combinar, re-versionar y re-mixear millones de muestras sonoras, visuales, etc. Democracia 2.0 le llaman hoy. ¿Tienes algo que compartir, tienes algo que decir? ¡Upload! Es ahí que empezó la batalla entre el dominio público y las grandes corporaciones, el pasado queriendo seguir controlando nuestro futuro. Músicos y artistas de hoy han encontrado gracias a esta cultura la fórmula perfecta para llegar a sus seguidores sin intermediarios.
El ser humano siempre vivió del reciclaje de ideas, de la creación y recreación de sí mismo. Basta repasar nuestro pasado para encontrar infinidad de versiones de un solo tema, remixes, mash-ups y sancochados de canciones, guiones, historias con distintos finales dependiendo de donde y quien te la cuente. La tecnología tal y como la conocemos hoy, ha logrado que todo ese conocimiento e información que llevamos encima tenga no solo uno, sino millones de destinatarios, dispuestos a escuchar, a ver, pero también a sumar y crear…recrear!
En este fantástico documental, quizás la voz más autoriza para hablar de derechos de autor y propiedad intelectual es el abogado Lawrence Lessig, quien viene recorriendo el mundo COMPARTIENDO conocimiento sobre los cambios en los que vivimos hoy gracias a ese incesante e imparable flujo de data. El nos dice: “Esta claro que no hay forma de matar esta tecnología, solo podemos penalizarla. No podemos evitar que las personas tomen la cultura y la modifiquen para expresar sus ideas de manera diferente. Solo podemos impulsar esta creatividad de manera clandestina”, para luego agregar: “El Remix es como escribir en el siglo XXI, es construir una nueva democracia, una nueva cultura en la que todos participamos construyendo y reconstruyendo nuestro futuro”. Si yo puedo con total libertad y legalidad citar a Mr Lessig y a Wikipedia en este pequeño ensayo, ¿Por qué no podemos citar frases musicales, o fragmentos visuales para recomponer un nuevo argumento? Hay quienes quieren compartir ideas y conocimiento, continuando con esa cultura en la que durante siglos el ser humano participó, hasta la llegada del siglo XX como nos dice Lawrence donde aparecieron aquellos personajes que empezaron a crear leyes para salvaguardar (según ellos) la propiedad intelectual con el único propósito de lucrar. ¿Cuántos artistas reciben de estas asociaciones lo que realmente les pertenece? Hoy las disqueras están dando su último manotazo de ahogado, ya que son incapaces de darse cuenta que el mundo ha cambiado, y que su sistema obsoleto ha fracasado. Adaptarse a los nuevos tiempos no forma parte de su agenda.
Que sigan las redes de información y la libre comunicación, solo compartiendo conocimiento creceremos como sociedad. Ahora que se está hablando tanto de la Ley SOPA hay que estar más atentos que nunca, ya que tenemos dos frentes de batalla. EL que busca a toda costa condenar y criminalizar el libre tránsito de información, y el que busca callar a esta sociedad que ha aprendido a comunicarse y organizarse por causas comunes en contra de un sistema totalitario y retrógrado. Veamos la #CulturaRemix como una metáfora de lo que se viene, y de el impacto que puede tener en nuestra sociedad si logramos liberarnos de viejos paradigmas que no nos dejan avanzar. La Cultura de la gente y para la gente, en constante movimiento.
