sábado, 29 de diciembre de 2007
Diaporama "El Encuentro"
Pequeño relato en fotos. Trabajo de Diaporama que hice para el curso de cine y TV de Metrópolis Diciembre 2007
viernes, 14 de diciembre de 2007
jueves, 13 de diciembre de 2007
chapa tu cm2
Veinte minutos bajo tierra, entre hormigas y pedos, miradas curiosas y periódicos gratuitos. La estancia en un vagón de metro es una de esas misteriosas experiencias que toda persona tiene la obligación de vivir alguna vez. El tiempo parece detenerse, nuestro espacio vital es invadido descaradamente, es el momento de fijarte en la gente, de quererla y detestarla.
Bajas por la boca de metro, corriendo, todos corriendo, la gente va como con un GPS clavado en la cabeza, si casualmente empujaste a la viejita que te puso el hombro y ella cae al piso; ni te enteras. Llegas al andén, un reloj te estupidiza esperando el clásico "Atención, próximo tren va a efectuar su entrada a la estación". Es el momento de reconocimiento de campo, ya te vas arrimando hacia donde hay menos gente, vas haciéndote una idea de con quien vas a compartir olores y caricias. En eso llega el tren, si justo la puerta del vagón se pone en frente tuyo chévere, serás el primero en entrar después que los borregos que van dentro salgan empujándote. Una vez dentro es el momento de la reflexión. Gracias al metro, y ese sonido de ultratumba camino al infierno que producen los crujidos agudos y fantasmales de hierros y cables, los habitantes de dicha ciudad que cuente con uno, tendrán ese momento para interiorizar, lo cual siempre viene bien hacerlo al menos una vez al día, en silencio, el descanso mental a un día de prisas y amarguras, muy habitual en ciudades cosmopolitas.
Con lo que mas disfruto yo, es con la gente, con los personajes, con la vida. Admirar su idiosincrasia, sus colores, su matices, sus vibraciones. Cuando uno sale de Paita Moon y conoce el mundo, los sentidos se sensibilizan y te regalan todo su esplendor. Bienvenidos a mi blog, después de tanto evitar ser parte del futuro, del sistema y los cambios en esta sociedad, lo he creado para estar mas cerca a mi gente, a esa que extraño. Iré publicando cosillas que van pasando a mi alrededor, Éxitos.
Tomás Gistau Soldi
Bajas por la boca de metro, corriendo, todos corriendo, la gente va como con un GPS clavado en la cabeza, si casualmente empujaste a la viejita que te puso el hombro y ella cae al piso; ni te enteras. Llegas al andén, un reloj te estupidiza esperando el clásico "Atención, próximo tren va a efectuar su entrada a la estación". Es el momento de reconocimiento de campo, ya te vas arrimando hacia donde hay menos gente, vas haciéndote una idea de con quien vas a compartir olores y caricias. En eso llega el tren, si justo la puerta del vagón se pone en frente tuyo chévere, serás el primero en entrar después que los borregos que van dentro salgan empujándote. Una vez dentro es el momento de la reflexión. Gracias al metro, y ese sonido de ultratumba camino al infierno que producen los crujidos agudos y fantasmales de hierros y cables, los habitantes de dicha ciudad que cuente con uno, tendrán ese momento para interiorizar, lo cual siempre viene bien hacerlo al menos una vez al día, en silencio, el descanso mental a un día de prisas y amarguras, muy habitual en ciudades cosmopolitas.
Con lo que mas disfruto yo, es con la gente, con los personajes, con la vida. Admirar su idiosincrasia, sus colores, su matices, sus vibraciones. Cuando uno sale de Paita Moon y conoce el mundo, los sentidos se sensibilizan y te regalan todo su esplendor. Bienvenidos a mi blog, después de tanto evitar ser parte del futuro, del sistema y los cambios en esta sociedad, lo he creado para estar mas cerca a mi gente, a esa que extraño. Iré publicando cosillas que van pasando a mi alrededor, Éxitos.
Tomás Gistau Soldi
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