El sonido de la Luna

martes, 14 de junio de 2011

Monumento a la Huachafada del Faraón


No tengo intención de gastar mucho tiempo con este tema ya que no lo merece. El Cristo del Gordo Vago de Alan Garcia es la mayor pelotudez que este politiquero ha hecho por diversas razones:
Primero, es autoritario ya que no tuvo ni la decencia de pasar consulta por la Municipalidad de Lima y/o las entidades correspondientes. Segundo, es injustificado ya que no tiene ninguna razón de ser, además de no tener ningún sentido cultural, histórico o simbólico con nuestro país. Un Señor de los Milagros o una Santa Rosa de Lima habría tenido mayor sentido, y eso. Tercero, atenta contra la igualdad de credos (o no) que debe existir en un estado LAICO como el nuestro. Cuarto, la falta de transparencia al no tener claro de donde vienen los fondos para su construcción, la empresa que lo "dona", claramente tiene una intención por debajo de la mesa, así como la "generosa" donación del bolsillo de Alan...ya cuñao! Quinto, el Morro Solar es INTANGIBLE, no se puede construir nada, esto serviría de precedente y excusa para que las constructoras se soben las manos y se relaman los labios con claras intenciones de llenar el morro de horripilantes edificios. Y por último, es HORRIBLE!!! y va a destrozar la imagen fotográfica de nuestra costa verde.

Por último, no podemos evitar darnos cuenta que claramente es un especie de caballito de Troya que se está utilizando para tapar la Ley 29703 que otorga impunidad a todos los corruptos que están saliendo este 28 de Julio, así como el posible indulto a Fujimori, además tiene toda la intención (como se está haciendo con la ignauguración del Estadio Nacional y de todas las obras que están entregando con bombos y platillos) de ganar puntitos para las elecciones del 2016. Alan Garcia y su Ego Colosal deberían darse cuenta que un presidente es un servidor de la patria, no un Faraón que puede ir poniendo estatuas y gastando plata en tonterias, hay mucha gente que podría beneficiarse de todo ese dinero, a nivel de educación, alimentación y vestimenta, algo que están necesitando las familias en Puno, cada año olvidadas por un Estado incompetente.